Carlos Fernández

Mi compañero de viaje recuerda perfectamente cómo fue la noche en la que esta locura tomó forma. Yo debo decir que no lo recuerdo tan bien, pero todo lo que él explica encaja con lo que creo que ocurrió y con lo que yo viví. Pienso que la idea era una bomba en mi interior, con el contador a cero, esperando a que alguien pulsara un botón que la activase y esa noche simplemente ocurrió. Recuerdo encontrarme en ese momento en un buen estado de ánimo, sintiéndome a gusto en una noche de esas entre amigos que más de una vez hemos compartido en La Flauta, ante buenas tapas y buen vino. Así que no achaco para nada la decisión a ninguna clase de sentimiento negativo, a ningunas ganas de escapar de nada, todo lo contrario.

Así pues… ¿Por qué lo hago? La respuesta no la tuve clara en un primer momento. A veces hasta que no te encuentras con personas que te hacen la pregunta uno no reflexiona sobre ello. Así que, a medida que tuve que ir explicando mis motivos, yo mismo me fui dando cuenta de ellos. Y el principal de todos ellos me llevaba a contestar con otra pregunta: ¿Y por qué no? Evidentemente, no todos pensamos igual, pero doy por hecho que a la mayor parte de las personas de mi entorno les atrae la idea de poder viajar durante un año por diferentes países, ambientes y culturas, sin depender apenas de un reloj o de un plan que marque el camino. Ahora bien, está claro que hoy en día pueden existir muchas limitaciones a lo que supone “desaparecer” un año (económicas, laborales y personales). Pero si  no cuentas con esas limitaciones o son salvables… ¿Por qué no? Creo que cuando tienes la posibilidad de vivir algo inolvidable, tienes que aprovecharlo. La vida nos da a veces la oportunidad de vivir experiencias fantásticas, pero no con frecuencia. Casi todos podemos encontrar algún día el amor o llegar a formar una familia (aunque cada vez resulte más difícil), pero solo algunos tienen la suerte de lograr un día la realización personal a través de un trabajo, alcanzar un gran reto o tomar parte en un acontecimiento histórico, por decir algunas experiencias no tan comunes.  Otras vivencias hay que saber verlas o buscarlas y considero que este es el caso.

Aún aspiro a vivir unas cuantas experiencias inolvidables en mi vida, pero en todo caso ahora sé que, cuando pasen unos años, siempre podré mirar atrás y recordar con orgullo que realicé esta aventura. Mi vida estará mucho más llena y el mundo será un poquito más pequeño. Y como dice Pablo, una vez se te mete este “veneno” en el cuerpo, ya no hay marcha atrás. Ahora solo espero aprovechar esta oportunidad al máximo y para ello, entre otras cosas, espero reflexionar muy a menudo sobre lo que estemos viviendo y poder compartirlo con todo aquél al que le interese. Para eso está este blog. Espero no decepcionar a nadie, el primero a mí mismo. Para no rendirme siempre tendré el recurso de releer este primer post y recordar mi compromiso. Así pues… Let the story begin y vamos allá, no?????!!!!!!!

C.

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