22 – 29 abril. New Zealand (North Island). A new world to enjoy

Auckland sea

(By Carlos)

Nuestra llegada a Auckland a las 4 de la mañana desde Santiago de Chile nos llenó de optimismo. Todo aquel a quien nos acercamos nos pareció encantador. Los neozelandeses (o kiwis, como se autodenominan en honor al peculiar pájaro que habita únicamente en este país) son amables y bastante cachondos, campechanos diría (pero sin necesidad de tener sangre azul). También son algo difíciles de entender, con una escasa vocalización (dejaremos aquí los paralelismos XD). Esta actitud afable y abierta hacia el desconocido parece ampliarse a todo extranjero que se encuentre en el país, ya sea viajero de paso (como nosotros) o establecido por un tiempo, por lo que resulta un destino perfecto para cualquiera con ganas de conversar y de relacionarse con gente nueva.

Ponsonby Backpackers

Nueva Zelanda está formada por dos islas, norte y sur (para qué romperse la cabeza buscándoles un nombre original). Ambas tienen un tamaño similar, aunque la norte cuenta con mayor población. La isla sur es considerada la más «salvaje» con mayor presencia de la cultura maorí originaria y con una amplia zona de bosques y glaciares sin apenas presencia humana. Nuestros 20 días en el país se centraron en conocer varios destinos de la isla norte e ir descendiendo hasta la isla sur, que pensábamos circunvalar.

map_of_new-zealand

Auckland view

Nueva Zelanda es un país con una densidad de población muy baja (4,5 millones de habitantes para un territorio de unos 270.000 km², lo que viene a ser la mitad de España) y casi un tercio de los mismos viven en Auckland. Aún así, incluso esta ciudad nos pareció bastante tranquila. Quizás lo que más nos sorprendió fue la cantidad de asiáticos que vimos. Los datos confirmaron después nuestra percepción, ya que alrededor de un 13% de aucklanders son de raza asiática y, de ellos, un 20% ya son nacidos en Nueva Zelanda. La integración en este caso es cada vez mayor y es probable que acaben superando en número a los nativos maoríes, que representan un 15% de la población (600.000), y que están más presentes en la isla sur.

Parques de AucklandAuckland's Church

Streets of Auckland

Dedicamos nuestras primeras horas en el hostel de backpackers a relacionarnos con los futboleros europeos que iban apareciendo por el salón para ver de madrugada el encuentro de ida de Champions entre el Madrid y el Bayern, un alemán seguidor del nuevo equipo de Guardiola, un holandés anti Real Madrid y un irlandés fan de Mourinho y pro merengue en este caso. Una bonita estampa futbolera en un país tan alejado de ese deporte. Tras un mal y aburrido partido (1-0), Pablo y yo nos pateamos el centro de Auckland.

Auckland Harbour

Depósitos redecorados

Sailing in Auckland

En Auckland visitamos la renovada zona del puerto y subimos a la famosa Sky Tower, divisable desde cualquier punto de la ciudad. El precio de cualquier actividad en Nueva Zelanda es prohibitivo para un backpacker low cost, así que en aquel momento nos conformamos con disfrutar de las vistas de la ciudad desde lo alto y desestimamos caminar alrededor de la torre agarrados por un cable (skywalking) y la emocionante caída (casi) libre desde lo alto, también sujetos a un cable (skyfall). De todas formas, a veces hacemos excepciones y en este caso el gusanillo que le quedó a Pablo por no saltar fue haciéndose más y más grande hasta empujarle al día siguiente. Tenía que hacerlo y el dinero está para vivir experiencias de este tipo, claro que sí!

Auckland view

Punto al que se desciende desde la Sky Tower

Punto al que se desciende desde la Sky Tower

Así pues, en nuestro segundo día en Oceanía yo me dispuse a recorrer la cercana isla de Waiheke y sus bonitas playas y viñedos y el primo optó por algo más adrenalítico :) Entre los atractivos de Auckland está el de disponer a pocas horas a la redonda de bellas islas en las que pasar un día o un fin de semana. Waiheke es una de ellas, especialmente reconocida por contener varias reputadas bodegas de vinos. Disfruté recorriendo a pie la isla y contemplando las vistas desde diferentes puntos de la misma.

Viñedos

Vineyards

BuzónHouse to the seaPanorámicaCaminos de Waiheke

Costa de Waiheke

Costa de Waiheke
Family in front of the seaVineyard in Waiheke

Por la tarde, los primos nos reencontramos para asistir a un partido de rugby de uno de los cinco equipos neozelandeses que participan en una liga que cuenta además con equipos de Australia y de Sudáfrica. Se nos unió un colega del hostel llamdo Jordi, quien (ojo!) no es catalán, sino holandés. Al parecer, el nombre Jordi (así escrito) es cada vez más común en los Países Bajos, tal como nos explicó nuestro amigo al comprobar nuestra estupefacción tras decirnos cómo se llamaba. Con él compramos las entradas y juntos vimos nuestro primer partido de rugby profesional en un estadio.

Himno rugby game

Interior del estadio de rugby

Nos gustó la experiencia, aunque también resultó ser la primera gran muestra de las semejanzas entre Nueva Zelanda y Estados Unidos. En el lado bueno, podemos decir que nos encontramos en un recinto moderno, limpio, seguro, con todo tipo de facilidades. Por contra, la falta de animación en las gradas convertía al Camp Nou de Barcelona en algo parecido a La Bombonera de Buenos Aires. ¡Y eso que en Nueva Zelanda se permite la venta de alcohol en recintos deportivos! Nos comentaron que los partidos de la liga nacional, en la que tan solo participa un equipo kiwi y el resto son australianos, son «otra cosa». Al parecer, esa liga se considera «más del pueblo», la que siguen los nativos maoríes, quienes realmente ponen pasión en las gradas. Nos quedamos sin poder comprobarlo, pero en este encuentro Pablo y yo volvimos a ser talismán y los Blues de Auckland se impusieron al equipo que llegaba como favorito, desde la vecina Australia.

Rugby moments

Animación en el rugby

Por la noche seguimos comprobando cómo en las Antípodas todo es bien diferente. Nuestra llegada a un club de moda en fin de semana a las 11 de la noche nos hizo sentir realmente extranjeros. No solo porque todos (y casi todas) a nuestro alrededor midieran unos cuantos centímetros más a lo largo y ancho, sino también porque a aquella hora el ambiente era más propio de últimas horas de la madrugada. El elevado precio de cualquier alcohol diferente a la cerveza no invitaba a tratar de situarnos a su nivel, por lo que nos limitamos a disfrutar del ambiente, de la música y de la cuidada decoración de la multitud de pubs existentes.

Night club in Auckland

DJ in action

Dejamos Auckland con destino a Hamilton, donde tan solo hicimos noche. A la mañana siguiente yo tenía un destino claro: Matamata, la población en cuyos alrededores se encuentra el set de rodaje de Hobbiton, esto es, la aldea de los hobbits que podemos ver en las películas de ‘El Señor de los Anillos’ y de ‘El Hobbit’. Pablo consideró excesivos los 70 dólares de la visita, por lo que él se dirigió directamente a Rotorua, donde nos encontraríamos a última hora de la tarde.

Way to Hobbiton

Como en casa en Hobbiton

En mi caso, la visita a Hobbiton me hizo sentir como un niño. Desde que entré en la tienda que representaba a una casa típica de la Tierra Media que imaginó J.R.R. Tolkien en sus novelas comencé a sentir una excitación similar a la que viví cuando visité Disney World en mi niñez y que me acompañó durante toda la mañana (supongo que algunos fans de la saga me entenderán). Subir luego a un bus decorado al uso y rodeado de freakies como yo me resultó de lo más divertido, porque se palpaba la excitación, en mayor o menor medida, de todos ellos, adultos todos y conscientes también de estar a punto de visitar un lugar especial y que, por su lejanía, éramos afortunados de poder conocer.

Casa Hobbit en Matamata

Bus a Hobbiton

El lugar en cuestión se encuentra situado en una enorme extensión de terreno destinada al pasto de 13.000 ovejas. Actualmente, turistas procedentes de todo el mundo visitan día tras día el set de rodaje utilizado en las películas dirigidas por el director neozelandés Peter Jackson, previo pago de una generosa cantidad que se reparten al 50% los propietarios de los terrenos y el señor Jackson. Un lucrativo negocio que, sin embargo, no supieron ver desde el principio, ya que cuando finalizó el rodaje de la trilogía de ‘El Señor de los Anillos’ se retiró todo el montaje que recreaba la aldea hobbit. Por suerte para todos, el rodaje posterior de la trilogía de ‘El Hobbit’ obligó a reconstruir el poblado ficticio y, esta vez sí, los responsables del mismo supieron mantener y conservar todo aquello para el disfrute de los fans y de sus bolsillos.

Campos de Matamata

Casas de HobbitonNo sabría decir si lo que se puede ver en este lugar cercano a Matamata satisfará a cualquier fan de los mundos de Tolkien y menos aún a quien no lo sea, pero yo recomendaría a casi cualquiera la visita. El lugar en el que se encuentra Hobbiton, rodeado de colinas verdes parece propio del bello mundo que imaginó el escritor británico y la representación de una aldea en la que se imaginó que vivieron unos seres de pequeño tamaño es perfecta. Eso sí, como suele suceder en el mundo del cine, no todo es lo que parece y las viviendas solo pueden verse por fuera y el único interior construido y visitable, el de la posada donde se ofrece una especie de sidra al visitante, no aparece en ninguna de las películas. En mi caso, la felicidad compartida y los recuerdos que transmite el lugar resultaron mágicos. Y qué fotos se saca uno ahí, oye!!!

This is HobbitonUn bocadito hobbitDurante la visita a Hobbiton coincidí con una simpática pareja de catalanes que se encontraban de vacaciones en Nueva Zelanda procedentes de Australia, donde residían desde hacía unos meses. Él es segundo entrenador de uno de los equipos de la Liga Australiana de fútbol y ella profesora de idiomas. Tras formarse en las categorías inferiores del FC Barcelona, él vivió la experiencia de entrenar a un equipo en Hong Kong y ahora había iniciado la aventura australiana. Él era un buen fanático de los mundos de Tolkien y ella le acompañaba en esa visita, que diría que también disfrutó. Les envío molts petonets y toda la suerte para la nueva temporada, Pau!!!

Como niños

Casas de hobbits

En Rotorua Pablo y yo pasamos la noche antes de dirigirnos a Taupo, lugar muy conocido por la belleza de su gran lago sobre el cual muchos deciden lanzarse en paracaídas. Pablo y yo pretendíamos hacer lo mismo y después realizar el famoso trekking del Tongariro. Sin embargo, el mal tiempo nos hizo posponer nuestros planes y optamos por avanzar nuestra visita a la isla sur. Aún teníamos tiempo por delante y esas dos actividades queríamos realizarlas en las mejores condiciones posibles. Y vaya si lo haríamos. Ahora era momento de conocer la isla sur, así que tocaba ferry y a por ello!

Reencuentro en Rotorua

Reencuentro en Rotorua

Ferry a Picton

*(Este post acaba de ser publicado desde un bus nocturno entre las ciudades vietnamitas de Nimh Binh y Dong Hoi, ahí es nada! :P)

16 – 20 abril – Isla de Pascua (Rapa Nui). Un lugar mágico a miles de kilómetros de todo

Tahai

(By Carlos and Pablo)

La Isla de Pascua era uno de aquellos lugares que estaban marcados en negrita en nuestro itinerario de viaje de vuelta al mundo. Tanto es así, que ya teníamos comprados los billetes meses antes de salir desde Barcelona. Esta previsión (poco habitual en nosotros) permitió al amigo Marcial organizarse para acompañarnos en un destino que le había quedado pendiente en su inspiradora vuelta al mundo (www.siemprehaciaeloeste.com)

Volando a Rapa Nui

Recibimiento de honor a cargo del Camping Tipanie Moana

Recibimiento de honor a cargo del Camping Tipanie Moana

Los primos lejanos llegamos a Easter Island dos días después de que lo hiciera nuestro amigo, que no defraudó nuestras expectativas y se conocía ya la isla de arriba a abajo, sabía dónde encontrar esto o aquello, dónde comer bien y barato y contaba incluso con varios coleguitas en el lugar. Así pues, al aterrizar nos encontramos con un amigo que hacía las funciones de guía a la perfección y que hizo todo muy fácil y rápido. Dejamos las maletas, nos hicimos con un par de motos, fuimos a tomarnos una cervecita y un buen pescadito local y nos dirigimos a nuestro primer contacto con los moais, en la preciosa playa de Anakena.

Al rico ceviche en Rapa Nui!!

Al rico ceviche en Rapa Nui!!

Panorámica Anakena

Bueno, vale, antes de ir a la playita tratamos (especialmente Carlos) de seguir la final de Copa del Rey que se jugaba en esos momentos entre Barça y Madrid. Tras varios infructuosos intentos de encontrar una conexión a Internet decente como para poder ver el partido, nos conformamos con ser informados vía Whatsapp. El último gol merengue a pocos minutos del final cerró el partido y nuestro interés con el exterior por un tiempo. En aquel momento, darnos nuestro primer baño en esas aguas a más de 3.000 kilómetros del continente se presentó aún como un mejor plan (al menos para los culés Marcial y Carlos, para Pablo y su sonrisa de oreja a oreja cualquier alternativa resultaba apetecible).

Bañito Pablo&Marcial

Playa AnakenaMoais de Anakena

AnakenaTras el bañito ante los moais cada uno llevó a cabo su particular sesión fotográfica en un paraje que bien lo merecía. Pero se trataba solo de un aperitivo, ya que a continuación tocaba visitar uno de los rincones más espectaculares (sino el que más) de la isla, el ahu Tongariki, donde 15 moais nos esperaban frente al mar. Y si bien la playa de Anakena iluminó nuestras caras al poco de llegar a Rapa Nui, el ahu Tongariki satisfizo todas nuestras expectativas cuando imaginábamos lo que podía ser vivir un atardecer en la isla. El lugar es uno de los más significativos, al tratarse del mayor conjunto de moais fuera de la cantera (15) y contemplar un atardecer ante ellos resulta indescriptible. Ver el sol ponerse tras la cantera y frente a los moais nos dejó sin habla. En otras épocas del año el sol se pone en otros lugares, pero las vistas nunca defraudan.

Frontback Tongariki

Panorámica Tongariki

Tongariki

Lateral Tongariki

El estado de estas estatuas es casi perfecto, gracias a la rehabilitación de los mismos llevada a cabo unos años antes con fondos del gobierno …japonés!!! El ‘ahu’ no es nada con lo que aderezar un plato (chiste malo de Carlos), sino el altar sobre el que se colocaban las figuras de piedra conocidas como ‘moais’ y que representaban a antiguos jefes de las tribus Rapa Nui. Actualmente, se encuentran por toda la isla ahus sin moais y moais sin ahu, consecuencia de los enfrentamientos entre las tribus y de desastres naturales como terremotos y tsunamis. Al parecer, también la llegada del hombre blanco contribuyó a la destrucción de muchas de estas figuras con varios saqueos, tras arribar los primeros exploradores holandeses el domingo de Pascua de 1.722.

Tongariki y perfil

Master Marshall ofreciendo sus conocimientos fotográficos a quien lo necesite

Master Marshall ofreciendo sus conocimientos fotográficos a quien lo necesite

IMG_6277El gran misterio que aún hoy envuelve a Rapa Nui es cómo los primeros pobladores de la isla fueron capaces de mover unos bloques de piedra de unos 4,5 metros de altura de media (aunque varios sobrepasaban los 10 metros) y de varias toneladas de peso. Existen diferentes teorías sobre el transporte de los mismos, desde sistemas con árboles a modo de ruedas hasta la reciente basada en la leyenda de que los moais caminaban y según la cual las figuras se movían en posición vertical, ayudados con cuerdas y apoyando el peso en un lado y en otro, como si caminaran.

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Otro misterio que se mantiene abierto es el de quiénes y cómo llegaron primero a la isla. Sin embargo, se asume de forma bastante general que se trataba de habitantes de la Polinesia que navegaban guiados por las estrellas e incluso por el tipo de formación de las nubes, lo que les permitía intuir la presencia de tierra en un punto. Realmente, la fisonomía y lengua rapanui parecen confirmar su origen polinesio.

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Y volviendo a nuestro viaje, cuando el sol se ocultó llegó la noche y con ella el momento de socializarnos en el camping, situado junto al único centro urbano de la isla, Hanga Roa. Allá encontramos buenos amigos con interesantes historias. Marcial ya había hecho un primer contacto con ellos y fue el encargado de hacer las presentaciones. Esa noche y las que siguieron disfrutamos de la compañía y conversación de la encantadora pareja formada por los franceses Laurine y Sylvain, quienes también se encuentran dando la vuelta al mundo (http://yeyesontour.wordpress.com/), pero en sentido opuesto al nuestro, por lo que resultó muy interesante charlar con ellos. También coincidimos con el argentino surfero y (cómo no) maestro en asados Gonzalo y de su colega Xabi, español de Vitoria, pero que pasaba por argentino debido a su acento actual, modificado tras su largo paso por Sudamérica. Ambos llevaban meses en la Isla de Pascua y se mostraban encantados con su plácida vida allá. Sin embargo, ni ese remoto lugar escapa al control de las leyes y la finalización de su visado les obligaría a dejar esa tierra en poco tiempo.

Xabi, Pablo, Sylvain y Carlos

Xabi, Pablo, Sylvain y Carlos

Primos con Gonzalo Surfer (by Marcial)

Primos con Gonzalo Surfer (by Marcial)

Camping Tipanie Moana

Camping Tipanie Moana

Junto a nuestros nuevos amigos compartimos el vino chileno que habíamos traído desde el continente junto a otros víveres, ya que el alto coste de la comida y bebida en la Isla de Pascua hace que sea más que recomendable el proveerse bien previamente. Sin embargo aquella primera noche nuestra cena no se limitó a un poco de pasta o arroz, ya que dimos buena cuenta del jamoncito serrano que Marcial había traído desde España. Con gusto lo compartimos con nuestros nuevos amigos, que bien educados ellos se limitaron a probarlo. En cambio, el colega rapanui de casi dos metros que trabajaba en el hotel dio buena cuenta de 4 o 5 pedazos de jamón (el segundo, y último, paquete fue convenientemente ocultado de sus garras).

Horses in Rapa Nui

Reflejos en moto

Alerta TsunamisEn los siguientes tres días seguimos disfrutando de lo mucho que Rapa Nui puede ofrecer. Nuestra primera mañana la dedicamos a bucear. Pablo y Carlos llevábamos meses sin hacerlo, concretamente desde que en febrero obtuvimos el título de PADI Open Water en Panamá. El paso del tiempo y las malas condiciones del agua jugaron una mala pasada a Carlos, que tuvo problemas con su máscara y tuvo que retrasar el buceo hasta el día siguiente. Marcial y Pablo sí bajaron ese día a unas aguas con la visibilidad más espectacular, de hasta 35-40 metros. Ellos vieron el moai que se encuentra bajo el agua. Carlos bucearía en otra zona con más corales y peces, pero sin moai. En ambos casos la claridad de esas aguas dejó satisfechos a unos y otros.

El pez Marcial

Aunque el moai fue hundido a propósito con fines turísticos, no deja de impresionar

Aunque el moai fue hundido a propósito con fines turísticos, no deja de impresionar

Marcial y Pablo acompañaron a Carlos en su buceo rapanui

Marcial y Pablo acompañaron a Carlos en su buceo rapanui

Pecezote Rapa NuiTras bajar al mundo submarino nos dispusimos a ver el inmenso mar desde bien arriba, desde lo más alto del volcán Rano Kau, en el poblado de Orongo. El poblado no pertenecía a ningún pueblo rapanui y se cree que allí se alojaban los sacerdotes.

Mirador
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Marcial nos hizo de guía (no costó convencerle, más bien no hizo falta XD)

Marcial nos hizo de guía (no costó convencerle, más bien no hizo falta XD)

En ese punto de la isla se celebraba la ceremonia del hombre pájaro (Tangata manu) en las que participaban todos los habitantes. Cada primavera, cuando las aves marinas anidan en los islotes, en Orongo se reunían los jefes de los clanes (ariki) de toda la isla junto con sus representantes (hopu manu) que bajarían el acantilado y nadarían para buscar, en el mayor de los tres islotes (Motu Nui) frente al pueblo, un huevo del ave «charrán sombrío» (manutara). Quien lo encontrara primero y volviera a al poblado entregándole el huevo a quien postulaba ser rey (tangata hoa manu), era nombrado por los sacerdotes rey de toda la isla por el período de un año.

Cuadro ManutaraCuadro Hombre-PájaroCuando uno mira para abajo es fácil sentir el vértigo. Son unos 300 metros de altura. Solo deciros que Red Bull, la marca que lanzó a un hombre desde la estratosfera, se planteó realizar un concurso de saltos ahí, pero, tras examinar la zona, decidieron desechar la idea por demasiado arriesgada.

Marcial Hombre-PajarracoAnte el barranco

Ala, a tirarse por el jefe. Vamos?

Ala, a tirarse por el jefe. Vamos?

Por la tarde seguimos con nuestra ruta histórica rapanui. La visita a la cantera de Rano Raraku en la que se elaboraban los moais nos dejó asombrados. En ese cono volcánico quedan más de 400 moais en diferentes fases de construcción. Impresiona contemplar esas esculturas, todas diferentes unas de otras, repartidas a lo largo y ancho de una colina, situadas en diferentes posiciones, la mayoría acabadas, algunas a medio hacer y entre estas, ya casi finalizada, la mayor que se conoce, de 21 metros de altura.

La cantera

La cantera

Cantera moaisIMG_6403 Perfil moaiBig moaiMoais coleguis

El gran moai al fondo (otra pic courtesy of Marcial)

El gran moai al fondo (otra pic courtesy of Marcial)

El pequeñín

El pequeñín

El paseo por la cantera da para muchos momentos de silencio y reflexión, también para hacerse unas cuantas preguntas: ¿Por qué tantos moais en ese lugar? ¿Solo porque debía ser más rápido el proceso de fabricación que el transporte? ¿Cómo seguían elaborando estatuas en ese lugar mientras estallaban las guerras tribales? Y, de nuevo, la duda tan recurrente, ¿cómo desplazaban esas enormes figuras?

Canteranos

Camino entre moaisMarshall on his moai waySunset en la canteraCada viaje por la isla en nuestras pequeñas motocicletas era un placer. Caballos salvajes a nuestro lado, cruzándose en nuestro camino, el tiempo cambiante en todo momento (ahora sol reluciente, ahora nubes grises, ahora fina lluvia, ahora el arco iris, ahora el sol de nuevo…). Eso sin olvidar la fuerza del mar rompiendo con fuerza ante un ejército de rocas.

Olas contra las rocas Una tarde disfrutamos además de la locura del amigo argentino surfer y de un par de acompañantes rapanui, que desafiaron a los elementos metiéndose en el agua ante olas de hasta 4-5 metros.

Observando a Gonzalo enfrentarse a las olas de Rapa Nui

Observando a Gonzalo enfrentarse a las olas de Rapa Nui

Olas rompiendoCarretera junto al azulPrimos a dos ruedasHorses in Rapa Nui¿Prohibido marcharse de este mundo?

Y qué decir de las puestas de sol. Cada día acababa con la decisión de dónde ver el atardecer y cualquier lugar dejaba en mal lugar a nuestras cámaras fotográficas. Aún así, para el que no estaba ahí seguro que la estampa que podemos plasmar no es del todo mala :)

Sunset in AnakenaSunset Tahai

Las noches también tenían su qué. Con el ambiente acogedor viajero que se generó en el camping Tepanie Moana (muy recomendable, por cierto!), uno se sentía como en una nueva casa. Compartimos café, copas de vino y hasta un rico asado a cargo del maestro Gonzalo.

Asado made in Gonzalo

Asado made in Gonzalo

BBQ Marcial

Fiesta no es que hubiera mucha en esa isla, aún así una noche tratamos de darle una oportunidad a la vida nocturna de Rapa Nui. El resultado digamos que fue… curioso. Acabamos en un bar en el que la mujer que atendía cortaba carne con un mazo y al que llegaba una densa humareda de carne a la brasa del local de al lado. La llegada de un lugareño tamaño 2×2 en un estado dos pasos por delante de lo que entenderíamos como ‘ebrio’ y sus intentos de buscar conflicto con nosotros nos hizo pensar que mezclarse con la gente local en ciertos lugares y a determinades horas no siempre es la mejor opción. Tras unos intentos infructuosos de reconducir la situación por parte de una valenciana que encontramos por el camino y de nuestro amigo Xabi, decidimos to called it a night, que dicen los yankees (algo así como dar por cerrada la noche).

Juegos nocturnos con la cámara de Marcial

Juegos nocturnos con la cámara de Marcial

En todas partes cuecen habas :)

En todas partes cuecen habas :)

El particular Parlamento rapanui

El particular Parlamento rapanui

Esa mala experiencia nocturna no empaña sin embargo la buena imagen que nos llevamos del pueblo rapanui. Personajes como el mencionado se encuentran en todos los países y para muchos no debe ser fácil permanecer la mayor parte del tiempo en un lugar tan remoto como aquel.

Pablo se encontró con otro GoProer aún más Pro que él, un rapanui muy enrollao con cámara voladora

Pablo se encontró con otro GoProer aún más Pro que él, un rapanui muy enrollao con cámara voladora

El último atardecer junto a Marcial fue digno de serlo. Ante los moais de Tahai, los colores del cielo y la formación de nubes sobre la mirada de las estatuas nos llenó de energía. Nos sentíamos unos privilegiados por estar en aquel lugar en ese preciso instante, una sensación como pocas, que merece la pena vivir.

Lateral sunset TahaiPanoramic sunset TahaiSunset TahaiAsí pues, nuestro último día en Rapa Nui fue ya sin el querido amigo Marcial. Su llegada anticipada a la isla venía forzada también por el hecho de volver antes a España (lo que tiene viajar con el tiempo justo que implican las vacaciones laborales), así que la mañana del sábado tocó despedida y esta vez era por bastante tiempo. Antes, aún hubo tiempo de tomarse un cafelito juntos y una cervecita en el mismo lugar en el que nos habíamos saludado nada más pisar la Isla de Pascua. Farewell, Marshall. Como siempre, fue todo un placer tenerte a nuestro lado.

Primos pascuanos

Last breakfast with Marshall en Rapa Nui. Como señores

Last breakfast with Marshall en Rapa Nui. Como señores

Farewell Marcial!! Nos vemos en casa!!!

Farewell Marcial!! Nos vemos en casa!!!

A pesar de la sombra de pena que uno siente sobre su alma cuando un amigo se va (esperemos que la SGAE no nos cobre derechos por esta pastelona frase de cantautor), la última jornada de los primos lejanos en Rapa Nui no tuvo desperdicio. Visitamos los únicos moais que miran al mar, fuimos hasta el punto más alto de la isla, desde el cual se podía ver el mar en 360 grados, tocamos lo que se llamó El ombligo del mundo y nos dimos un baño en la preciosa cala de Ovahe.

Dos moais charlando

Dos moais charlando

Moais mirando al mar

Moais mirando al mar

Panorámica Last day

Pablo ascendiendoPanorámica desde lo alto de Rapa Nui

El ombligo del mundo

El ombligo del mundo

Playa de Ovahe

De vuelta tratamos de repetir el atardecer en Tahai, pero ya fue demasiado y tuvimos que conformarnos con ver ponerse el sol en el horizonte de la carretera que nos llevaba al pueblo. Una lástima, faltó el broche de oro a una jornada completita. Pero si no llegamos también fue por alargar un baño placentero, en un lugar bellísimo, solos, a miles de kilómetros de casi todo. No hay quejas, no puede haberlas.

Last sunset in Rapa NuiPara superar la marcha de un amigo y el decir adiós a otros nuevos tuvimos el mejor remedio: reencontrarnos con nuestra primita Andrea en Santiago. Junto a ella pasamos unos buenos ratos y risas, acompañados también por la compi Lorena. Lo triste, como con todo lo bueno, es que llegó el final, el momento de las despedidas. Las lágrimas de Andrea se contagiaban, pero también eran la mejor muestra de lo que habíamos disfrutado juntos.

Cenita primil

Adiós Chile

Adiós Chile

Y hasta pronto, chilenitas!!

Y hasta pronto, chilenitas!!

Tanto para ella como para nosotros era como despedirse de nuevo del hogar, algo que habíamos hecho meses atrás y que siempre resulta doloroso.
Andrea, gracias por ser tan buen anfitriona. Sigue así, dale duro y sabes que nos volveremos a juntar más pronto que tarde. Un besazo enorme y otro para tod@s los amigos que conocimos en Chile gracias a ti!!!

Andrea, we love you!!!

Andrea, we love you!!!

11 – 15 abril. Santiago. Como en casa en la capital chilena

 

Cuarteto chileno

(By Carlos and Pablo)

Tras un largo camino de 24 horas desde Bariloche llegamos a la capital de Chile, Santiago, donde nos esperaba nuestra primita Andrea. Era viernes, día laborable y, por tanto, Andrea no estaba en casa, pero como una perfecta anfitriona nos dejó todo muy bien indicado y hasta la comida preparada en el horno. Se olvidó de que a Pablo no le gusta la cebolla, pero así Carlos tuvo de sobras. La vivienda donde nos alojamos en Santiago era de Jorge, un chileno con el que Andrea compartió piso hasta poco después de nuestra marcha.

Santiago de ChileMontañas de Santiago

Chile

Andrea es nuestra prima viajera de Fitero (Navarra), un culo inquieto como muchos de sus primos. Concretamente, ahora somos seis los primos lejanos esparcidos por el mundo. Tenemos a Marta, la londinense que junto a su querido Pedro sueñan con vivir en Japón, a Gema, la amante de los animales de toda clase y ahora en Ecuador, y a Javieto, el embajador e informador en Bangkok y de quien os aconsejamos consultar su blog http://www.boymeetsbangkok.com Todos ellos están tratando de ganarse la vida por el mundo, a diferencia de este par de vividores de año sabático.

Amor primalMás amor de primates

Andrea hacía seis meses que llegó a Santiago de Chile cuando la visitamos. Actualmente se encuentra trabajando y todavía no entra en sus planes el volver. La vimos totalmente integrada en la colonia española en Santiago, bien asentada en su nueva vida chilena y más guapa y alegre que nunca (normalmente estos términos van asociados y seguro que la primera visita familiar contribuyó a ampliar su sonrisa XD).

Andrea la chilenita

Con Andrea y Jorge tuvimos un primer contacto con la comida chilena, muy rica por cierto, y nos pusimos al día. Nos lo tomamos con calma, a la espera del gran sábado que nos esperaba, con la llegada de nuestro amigo Marcial y la celebración del cumpleaños de Pablo.
Como no podía ser de otra forma, Marcial llegó más que puntual y nos levantó de la cama. Fueeee… raaro. Habían pasado cuatro meses desde que nos vimos por última vez, pero habíamos mantenido un contacto frecuente a través del móvil, por lo que fue como si no hubiese pasado el tiempo. Marcial es amigo de Carlos desde la universidad y de Pablo desde hace un par de años, de hecho, no hay primo Fernández que no conozca al bueno de Marcial (o tito Marshall, como le gusta llamarle a Pablo). Ya hemos hablado de él y del blog que junto a su compañera y también amiga nuestra Gaby escriben desde que viajaron por el mundo. Por si queda algún rezagado.. http://www.siemprehaciaeloeste.com

Trío chileno

El grupo formado por Andrea, Marcial, Jorge, Carlos y Pablo recorrió una parte de Santiago y disfrutó de la excelente cocina chilena (qué rico el ceviche!!!) y de sus caldos. Por la noche, Andrea había convocado a un nutrido grupo de expatriados españoles y a varios chilenos en lo que fue una divertida celebración del 37 cumpleaños de Pablo. No faltaron los vinos de ambos países ni una deliciosa combinación de comida casera, pero lo mejor fue conocer y disfrutar del buen grupo que Andrea ha ido formando.

Murales en Santiago

Pablo's birthday

Pablo’s birthday (Photo by Marcial. © http://www.siemprehacieloeste.com)

Rocío, Pablo y Andrea en la noche hispano-chilena

Rocío, Pablo y Andrea en la noche hispano-chilena

Noche de Santiago

Mención especial para las nuevas compis de piso de nuestra prima. Con una de ellas, Lorena, congeniamos desde el primer momento (y eso que es de Madrid!) y luego también conocimos a las hermanas sevillanas Begoña y Carmen, a la catalana recién llegada Beatriz y a la valenciana Rocío. Chilenos hubo pocos, pero muy bien representados por el gran Edu. Como buenos españoles acabamos dirigiéndonos muy tarde a la discoteca en la que matar la noche con unos buenos bailes. Ahí vimos que Chile es diferente y el pronto cierre de la discoteca nos pilló por sorpresa. En cualquier caso, fue una gran noche.

Lorena y Andrea

Lorena y Andrea

Ajedrez en Santiago

Tanto Marcial como los primos lejanos teníamos como siguiente destino la mágica Isla de Pascua. Marcial se fue de avanzadilla un par de días antes y así pudo inspeccionar bien el terreno, tal como le gusta a él. Antes, aún hubo tiempo de tomar un nuevo ceviche y de visitar la singular y extravagante casa de Pablo Neruda en Santiago, La Chascona, así denominada en honor a la entonces amante de Neruda, Matilde, que destacaba por su bella melena pelirroja chascona (despeinada en chileno). Recorrer la vivienda del poeta es como viajar por la mente de un genio, al que le gustaba disfrutar de la compañía de sus seres queridos y para lo cual disponía de diferentes zonas en las que compartir copas y tertulias. En Chile existen otras dos casas visitables de Neruda, en Valparaíso y en la Isla Negra, seguro que también interesantes.

Comiditas chilenasMercado chileno

Entrada de 'La Chascona'

Uno de los salones de 'La Chascona'

Uno de los salones de ‘La Chascona’

El último día juntos en Santiago con Marcial y Andrea lo cerramos de la mejor manera, con un espectacular atardecer desde el cerro de San Miguel. Fue en ese momento cuando Pablo y Carlos coincidimos en pensar que Santiago podría ser un buen lugar para vivir. Quizás no se trate de una ciudad tan atractiva y animosa como Río o Buenos Aires, pero resulta acogedora e interesante, y mucho más segura que otras capitales latinoamericanas.

Teatro de SantiagoCalles de Santiago

IMG_6069Antes de reunirnos con Marcial en Isla de Pascua, los primos lejanos pudimos gozar dos días más del cariño y buenos ratos que nos hizo pasar Andrea. De repente, los tres nos sentimos como en casa, como si estuviéramos por un momento en un bar de Fitero o Barcelona y eso nos unió aún más. Luego nos despedimos con un hasta luego y la tranquilidad de saber que nos reencontraríamos cinco días después. Ya habría tiempo entonces para las lágrimas.

Adiós Santiago